Oraciones virginianas

Santísima virgencita nuestra, (en realidad santísima virgencita mía) sálvame de la rima deplorable, del lugar común, de convertirme en un fama temible.
Protégeme del monstruo que vive en mi, sálvame del calipodo conchudo y la puta que lo parió, entiende amorosamente mis insultos como estética urbana.
Alabadas sean las plazas, con su pasto de primavera. Alabado sea Julio y seamos redimidos por un cronopio, alabado sea Eduardo y su pequeña muerte con sus tres teologías y que dios admita de una vez por todas una critica constructiva, que así sea; alabado sea el querido Alejandro que odia a la secta de racionalistas de Villa del parque, y yo también, sálvanos de ellos que nos llevaran a un paraíso de maquinas y nos llenaran de explicaciones que no necesitamos.
Que nunca falte el abrazo a cuatro brazos, te pido que el beso sea largo como un invierno, y bonito como una lluvia, que el olor nunca se escape de tu cuello virgen de los santísimos olores. Que tu manto de carmín y toalla brille, por los siglos de los siglos.




Hagamos el amor y no la tregua.
Que así sea. (amén)




Aclaración para orantes: la liturgia virginiana sugiere rezar con las piernas cruzadas, (como indios) en algún lugar, cualquier lugar que no sea una silla, de preferencia al aire libre, la virgen
oye mejor con el sonido amplificado y silenciado de una plaza.






[ayer revise muchos mails buscando una cosa. y encontré esto. si no te dije, es lo mas hermoso que me regalaron en la vida]